Ejercitemos con los diarios de ayer.
Página 12 presentaba
un articulo donde Lucrecia Gringauz, Sebastián Settanni y Mariana Alvarez Broz (Investigadores UBA/ IdaesUnsam) reflexionan sobre los hechos políticos masivos y las manifestaciones populares frente a representaciones televisivas que las ignoran y distorsionan. En él afirman:
Las masas enarbolan sus demandas, protestan. También festejan, es verdad (incluso se conduelen en algunas ocasiones). Pero eso, al menos en los relatos televisivos, muy rara vez sucede bajo el eje estructurante de la política, como en este caso.
Obviamente cuando dicen “este caso” se refieren a la multitud que se concentró para despedir los restos de Nestor Kirchner y no a los miles de jóvenes que antes de ayer se acercaron a la Plaza de Mayo para exigir justicia por el crimen de Mariano Ferreyra. También es claro que hablan de la televisión y no de los medios gráficos. Sin embargo, más allá de las diferencias, tal análisis puede aplicarse, en este caso, a los diarios kirchneristas.
Veamos primero el mismo
Pagina 12. Si bien en su nota sobre el festival tituló
Juicio y castigo a los asesinos de Mariano Ferreyra, no solo no destaca la convocatoria – como si hizo el diario de la Noble Apropiadora (de 30 a 35 mil, según los organizadores) – sino que además no recoge ni una sola voz de denuncia mientras que, por el contrario, cita dos testimonios que tiende a mostrar un espectáculo artístico despolitizado:
Conocíamos el caso y cuando nos enteramos de la convocatoria decidimos venir. Por Mariano, pero también por Las Manos de Filippi
Toda la gente que está acá, aunque haya venido por las bandas, se termina enterando de nuestro reclamo
Lejos estamos acá de pronunciarnos a favor del diario
Clarín, pero sirve el contraste para mostrar cómo los escribas del gobierno cuando se refieren a la izquierda, suelen ubicarse a la derecha del “monopolio”. En este caso la
cobertura sobre el festival tuvo un mayor contenido político llegando, por ejemplo, a recoger la denuncia de Néstor Pitrola quien dijo “
Esta convocatoria muestra el alcance extraordinario de esta lucha. Y el objetivo es (José) Pedraza (titular de la UF). La cúpula de la UF preparó políticamente este crimen”.
De todos modos el diario que se destaca por atenerse cuidadosamente a las reglas criticada por los investigadores es
Tiempo Argentino. Este matutino hizo todo lo posible por ocultar “el eje estructurante de la política” en el evento. Por un lado, no le dedicó ningún articulo al festival, simplemente hace mención de éste en tan solo 3 líneas dentro de
una nota de 56 líneas dedicada a la causa judicial por el asesinato de Mariano. Por el otro, increíblemente, en su tapa un pequeño recuadro dice:
Calle 13 y Tevez, en homenaje a Mariano.
Igual que la
Televisión Pública (a la que nos referimos en
Los zócalos de la TV Pública ¿más fieles que los de “la Corpo”?), el diario oficialista frivoliza esta concentración política de la juventud ¿Será porque para este diario los jóvenes no hacen política? Seguramente no, pues en la misma tapa, otro recuadro, más importante en tamaño, destacado en color y con una simpática foto del expresidentes fallecido, señala que, según
Ibarómetro, la juventud volvió a participar en política gracias a Néstor.
Este artículo, basado en una encuesta telefónica, tampoco tiene desperdicio. Allí se sostiene:
El aluvión de jóvenes que se autoconvocó en la Plaza de Mayo durante la ceremonia de despedida del ex presidente Néstor Kirchner ya se refleja en las encuestas.
(los jóvenes) Si bien no se sienten identificados con ninguna institución en particular, manifiestan mayor confianza en el gobierno (50%), que en los medios de comunicación (37,5%) o en el Congreso (26,2%). De las instituciones evaluadas, las que poseen menor confianza para los jóvenes son los sindicatos con el 74,1% y, paradójicamente, los partidos políticos con un 71,1%, lo que demuestra que visualizan la participación política desde espacios no tradicionales.
Sabemos que los medios masivos son especialmente macartista cuando existen conflictos obreros y que suelen demonizar al sindicalismo como un todo, sin distinguir las diferencias que fueron visibles en las huelgas de Kraft, del Subte, o de Ferroviarios: que existen dos polos irreconciliables dentro de los trabajadores organizados. Por un lado la burocracia sindical, patotera y asesina; y por el otro el sindicalismo de base, combativo y democrático, que resuelve sus medidas de fuerza en asambleas. También, como dice el artículo de investigación citado en un principio:
Ya todos sabemos que, en buena medida, los medios masivos pautan las líneas directrices de nuestras conversaciones y conocimientos cotidianos (y también las de nuestros desconocimientos).
Por ello, si bien no confiamos en la encuesta de Ibarómetro, no es de extrañar que el resultado muestre desconfianza a lo que “la gente” conoce como “sindicalismo”. Igualmente, según esta encuesta, los partidos políticos parecen contar con una escasa confianza. Pareciera ser que en este muestreo no estuvo representada la juventud obrera, pues hace tiempo que desde abajo viene surgiendo una nueva camada de jóvenes activistas que, siendo militantes o discutiendo con partidos de izquierda como el PTS, conforman el llamado “sindicalismo de base” que enfrenta a las patronales y al gobierno, y desborda a la burocracia.
Nosotros sabemos que frente a ese desborde, los medios masivos, como dijimos, distorsionan, mezclan y confunden. Pero, cuando el desborde a la burocracia sea masivo y generalizado ¿Qué podrán hacer los medios? Nosotros no lo sabemos, los investigadores que anteriormente citamos tampoco. De todos modos, tomamos sus palabras para despedirnos.
Si bien celebramos este desborde, nos resulta difícil predecir cómo lidiarán con él los medios masivos. Sobre todo, nos preocupa saber qué mecanismos pondrán a funcionar para dar cuenta de ese populoso y diverso mundo que escapa a sus estereotipos y que generalmente queda fuera de su representación (del sindicalismo).